A nivel de aislamiento térmico, la mayoría de las viviendas construidas en España tienen carencias. Sin embargo, cada vez hay más personas que se interesan por cómo mejorar el aislamiento de la casa. Si has llegado hasta aquí con esa pregunta, sigue leyendo. Te lo contamos.
Para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda no solo puedes renovar las ventanas, existen otros métodos con los que aumentar el aislamiento térmico. Vamos a verlos:
1. Aislamiento térmico inyectado en cámaras
Es el sistema más cómodo y rápido para mejorar el aislamiento de tu hogar. Consiste en realizar unas perforaciones en la cámara interior o exterior de la fachada y, mediante unas mangueras especiales, inyectar dicho aislamiento.
La comodidad es su mayor ventaja, ya que apenas necesita obra. Sin embargo, el mayor inconveniente es que no podemos comprobar si su colocación ha sido o no uniforme por toda la cámara.
Lo adecuado sería utilizar fibra de celulosa frente a la espuma de poliuretano. El motivo es que se inyecta con mayor facilidad, es más económica y más ecológica.
2. Trasdosados o aislamiento térmico interior
Si vas a realizar una reforma integral, es la mejor solución. Con este método se instalan paneles aislantes de corcho, celulosa, lana de roca… adosados a la fachada. Seguidamente, se recubre con una placa de pladur, ladrillos o madera para ocultarlos.
La manera de instalarlos es:
- Demoler la hoja interior de la fachada y rehacerla con el aislamiento. Es la opción más interesante porque no perderás ningún centímetro de tu vivienda, pero requiere de la intervención de un técnico.
- Trasdosar la hoja interior de la fachada tras haber colocado el aislamiento. Es una solución más sencilla y económica, pero perderás unos 7 centímetros de la pared que quieras aislar.
3. SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior)
En esta ocasión, el aislamiento se realiza en el exterior de la vivienda o del edificio. Por tanto, su aspecto estético se va a ver afectado.
Durante su instalación, se incorporan paneles aislantes en el exterior de la fachada que, posteriormente, se recubrirán con diferentes acabados. Los habituales son un aplacado de piedra o mortero monocapa.
Las mayores ventajas del SATE son que aísla todos o casi todos los puentes térmicos y que no afecta al interior de la vivienda. Su mayor hándicap es que limita el diseño exterior de la fachada y que requiere de un andamio para su colocación.
4. Aislar suelos y techos
Para mejorar la eficiencia energética de la vivienda, es recomendable reforzar el aislamiento de la cubierta, en el caso de viviendas unifamiliares. Otra opción es incorporar un falso techo donde se coloque la pertinente capa de aislante..
5. Otras alternativas
Por último, si quieres aislar tu vivienda puedes «pegar» en la cara interna de tu casa un panel aislante. Así, hará las veces de aislante y también de acabado o base para conseguir el acabado que desees.
Nuestra recomendación son los paneles de corcho y los paneles de fibras de madera (paneles OSB). Estos aislantes se pueden recubrir con yeso y, luego, puedes pintar encima; aunque si lo deseas los puedes dejar a la vista.
Esta opción es la que menos aísla de todas las anteriores, pero es una solución muy sencilla y económica.
Una vez que ya conoces cómo mejorar el aislamiento de la casa de todas las maneras posibles, no tienes excusa para transformar tu consumo energético.
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